Los rusos son gente amable y hospitalaria. Te adaptarás rápidamente a las condiciones de vida en Rusia si conoces las peculiaridades del país y su gente.
La hospitalidad es un rasgo bien conocido del pueblo ruso. Habiendo invitado a un invitado a su lugar, siempre estará sentado en una mesa llena de platos con comida deliciosa y se le dará té con dulces, y también estará ocupado con conversaciones interesantes. Las personas en Rusia son muy sociables y les gusta tener conversaciones sobre diversos temas en empresas amigas y expresar sus opiniones.
El idioma ruso es muy rico y tiene muchos matices. Este idioma tiene muchas palabras, pronunciaciones y entonaciones para expresar pensamientos profundos o sentimientos vívidos. El discurso de una persona rusa a menudo está lleno de frases de películas, frases de la literatura clásica rusa, extractos de poemas, comparaciones. En Rusia les encanta el humor y la risa. Por lo tanto, en la comunicación amistosa, las personas a menudo construyen frases no literalmente, sino en sentido figurado, o insertan declaraciones divertidas en la conversación para que la comunicación sea con humor.
Los rusos valoran mucho la amistad. Saben cómo ser amigos durante años y apoyarse mutuamente. Los amigos a menudo son valorados tanto como los miembros de la familia.
Para parecer una persona amable, culta y generosa, siempre vienen a visitar Rusia con un regalo. Especialmente si hay niños en la casa. No importa lo que sea: fruta para la mesa, pastel o una pequeña barra de chocolate para el té. Lo principal no es el tamaño del regalo, sino su disponibilidad.
En la conversación, las personas conocidas aquí se sonríen mucho entre sí. Pero en la calle y en el transporte, no es costumbre sonreír a los extraños. Esto se considerará falta de sinceridad u obsesión extraña.
Para que una chica te sonríe y empiece a hablarte, primero debes conocerla culturalmente. La brillante sonrisa y los ojos parpadeantes en el rostro del extraño solo la asustarán.
En Rusia, las mujeres reciben un trato especial. Los hombres ceden sus asientos en el transporte público, sujetan las puertas al pasar por ellos y les dan una mano para salir del coche. Aquí se tiene en alta estima la valentía de un hombre. En Rusia, es costumbre regalar flores a las muchachas y decir cumplidos.